Un psicopié del que no teníamos constancia pronunció una sentencia exculpatoria como pocas veces se las han visto en nuestro mundo sublunar, según nos cuenta otro psicopié de reciente incorporación al grupo. Según éste segundo, el primero habría dicho con un semblante de certidumbre similar a la densidad capilar del bigote nietzscheano "las drogas para mí son una puerta hacia otro lugar", en lo cual no encontraríamos nada remarcable si no fuera por la aclaración posterior, que lo metió de lleno en éste, nuestro planeta, "lo que a mí me gusta es el otro lugar, pero no la puerta".
Más claro imposible.