El tema de las estaciones en relación a la representación del mundo es raro. ¿Habrá relación entre cómo se vive sub Ecuador y cómo se vive con el Ecuador bajo los pies?
Por acá empezamos muriéndonos en la pasión del calor que termina otoñando, quemando toda la intensidad y encaminando la vegetación hacia el marrón del otoño, después helarse con el invierno, nos ponemos boludos con la primavera y terminamos fogosos y apasionados de nuevo, para las fiestas, es decir, los supermercados.
En el norte la cosa es al revés. Se parte del congelamiento, se esperanzan y estupidizan pronto con la primavera, el verano les da fuerzas cuando el año empieza a pesar mucho en el calendario, don otoño aparece para hacerles acordar de lo que se viene, incitándolos a irse haciendo techito para el comienzo del año próximo, y el invierno finalmente vuelve como confirmación de la desgracia y el incremento de ventas de los supermercados.
Tal vez la cosa sea un poco distinta entre un viaje de pasión a pasión y otro de congelamiento a congelamiento.
Spinetta, devenido facho express a la hora de sentar posición acerca de la pena de muerte, decía que prefería ser un snob lúcido y no un intelectual pedorro, o algo así, seguramente en palabras más ohhh spinettosas. Yo hoy me puse a conocer a Vivaldi y escribí esto escuchando sus cuatro estaciones.
Mostrando entradas con la etiqueta Mundo. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Mundo. Mostrar todas las entradas
lunes, 27 de abril de 2009
Suscribirse a:
Entradas (Atom)