jueves, 30 de septiembre de 2010
522
Cada vez que decimos que tal o cual obra musical es pésima, inaceptable, horripilante, una ofensa al oído, o cosas similares, y agregamos que "a nadie podría gustarle si se lo planteara" estamos dejando de lado el principio democrático según el cual solamente de Ricardo Arjona se pueden hacer afirmaciones de ese tipo.
Medicamento:
Muerte a Arjona
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