Son incontables los lectores que tienen la fantasía de estar encerrados en una cárcel y leer y leer y leer. Ahora bien, todos sabemos que tal cosa no es posible. El cautiverio no incluye una biblioteca personalizada. Además, ¿cómo saldrías de ahí? Y si no saldrías, ¿por qué no estás encerrado ahora mismo? Imagino una cárcel voluntaria, una especie de cabaña ascética pero que incluya aspectos involuntarios.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 psicomentario(s):
Publicar un comentario