-Me resignaré a recordarte hasta que te olvide.
La duda fue cuál de las cosas le interesaban más, si atesorar atrás de sus ojos y abajo de la melena algo de lo que había pasado, o si dejarlo ir por el agujero de su boca en algunos cientos de horas de terapia.
2 psicomentario(s):
Franco,
con un café con leche me paseo por tus blogs
y abrazo
Muy buenos días. Si no me hubiera tomado un té y después, de puro ataque infantil, un vaso de leche, creo que me haría un café.
Abrazo y que le sea leve el paseo.
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