Teniendo en cuenta el altísimo número de psicoanalistas per cápita que hay en nuestro país, ¿alguien se sorprende de que desde afuera nos consideren caraduras?
Está bien, salvemos un poco la situación: resulta que la caradurez suele ser casualmente juzgada desde posiciones conservadores que huelen a heces, y puede ser que la disminución de las resistencias les haga ruido.
Quedan dos lecturas posibles ahí, la de la condición de caraduras inherente de los analistas y la de los reprimidos reprimiendo.
¿Otras?
lunes, 14 de junio de 2010
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2 psicomentario(s):
Violencia Rivas te responde esto cuando bardea a su hija psicóloga.
Maestra jardinera... master en plastilina! Hice una pausa de la juntada en casa con malas juntas para clavar en el mp3 el último de Arcade Fire :D
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