Si mezclamos todos los colores que tenemos en algún cajón de pinturas la tendencia es hacia el marrón, el color de la mierda. Igual que esto, el eclecticismo sin descanso que practican los artistas, "en busca de su estilo", confluye en la misma dirección. Se mezclan, se mezclan, se mezclan y nos dejan el tono. Literatura excrementicia, plástica excrementicia, música excrementicia. Todo por falta de vocación de asumir la voluntad, que jamás puede responder a tanto factor externo.
martes, 27 de noviembre de 2012
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