miércoles, 28 de septiembre de 2016

1173 - Mejor hacerle chistes a clientes que no sean nazis

Llama un cliente diciendo que compró por Mercadolibre "Memorias", del jerarca nazi Albert Speer. Ok.
-¿Me podrías decir la dirección para retirar?
-Sí, ¿tenés para anotar?
-No, pero lo guardo en la memoria.
-Bueno, te la digo ahora y te la digo después de nuevo. La dirección es tal.
-Ah, perfecto, ¿entre qué calles estás?
-Entre tal y tal otra.
-Perfecto, entonces la dirección era talotra...
-No, la dirección es tal, ¿viste que te ibas a olvidar? ¿No querés anotarla?
-No puedo, estoy manejando (¿entonces qué hacés llamándome por teléfono, irresponsable?).
-Bueno, acá vas a ver unas rejas negras, es un depósito, no hay un frente de librería que puedas ver desde la calle, llamame de nuevo cuando estés llegando porque te vas a haber olvidado el domicilio.
-Me parece que estás tomando "demasiadas prevenciones", el horno no está para bollos.
-Perfecto, nos vemos acá.
Como decía el buen Saramago: con la autoridad no debemos ser irónicos... si no entienden el chiste, entonces no valió la pena, y si lo entienden peor.

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