Y después llora cuando mucha gente prefiere que se quede a un diámetro terrestre de distancia. Ojalá Vargas Llosa se quede lejos, en una isla que lo tenga por único habitante (tampoco es cuestión de 'desearle el mal' a unos desprotegidos prójimos...)
Dos agregados históricos:
0 psicomentario(s):
Publicar un comentario