lunes, 3 de agosto de 2009

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Desde la salida del Álbum Negro, de Metallica, sus fans más sudacas y menos chilenos -es decir, argentinos, uruguayos, y algún descolocado más- no pueden tomar mates sin cierto cargo de conciencia por traicionar a sus ídolos. Todo culpa de que en ese disco se incluyera la sugestiva sentencia "nothing else mate".

4 psicomentario(s):

Anónimo dijo...

Desde la caída del halcón negro los naturalistas se hicieron pacifistas y los conservacionistas no sé.
Además el primero en decir que nothing matters fue Queen, le contestó Kurt un nevermind y Eminem saltó a decir que Marshall Mathers.
Lo del mate no tiene importancia.
Así lo veo-o-o-o yo.

franco dijo...

"História lírica del rock y derivados faloperos. Sobre lo que desata una lectura mala de un post absurdo." Por Anónimo. ¿Algo así, no? Está bueno tu desarrollo, en serio, y me cagué de risa, pero... yo me refería solamente a los fans de Metallica, que me atrevería a decir que son unos boludos (al menos porcentualmente, creo que cabe meterlos en ese balde-concepto), y no a toda la música. De tu primer frase no entendí un carajo por no saber qué onda con ese halcón negro. El mate obviamente es importantísimo, no me vengas con giladas. ¡Larga vida sin lavarse al mate! ¡Mate amargo o muerte! ¡El que sabe, sabe, y el que no, toma mates dulces! Esas podrían ser algunas consignas con elevada carga política.
¡Siga comentando que seguiremos peleando!

Juan Rizzo dijo...

Igual seguro que los fanáticos de Metallica eran de los que tomaban mates dulces...
Qué raro que a nadie todavía a nadie se le ocurrió el chiste más fácil (que también es una gran verdad): ¡El Mate Matters!
También sirve de nombre para alguna banda rioplatense de "chamarrita-metal",o de "hardcore-chamamé", que nunca faltan (dios bendiga a la creatividad autóctona!).
(En fin, mi modesto aporte a la confusión general)
Un abrazo.

franco dijo...

Son tremendos por estas latitudes, y no sólo los rioplatenses... cuando salga el malambo-emo, lambada-ambient o el post-carnavalito yo moriré de un ataque de risa. Hasta me imagino a Horacio Guarany rompiendo un sampler por mandarse un scratching en medio de un gato estando perfectamente en pedos.

 

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