viernes, 8 de enero de 2010
361
Antes de dormir revise usted que su arma esté bien limpia y lubricada, por un lado, y, por el otro (retóricamente, no me refiero a cada cara del arma), compruebe la fecha de vencimiento de la bala que guarda en su mesita de luz. Todo a su tiempo, mi querido suicida.
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