Sumando todas las piezas de mis propios dedos que he comido a lo largo de los años tal vez sume mi propio peso. No me imagino lo que sería tener 80 kg de piel de dedos en frente, servidos en un plato, e írmelos comiendo a lo largo de un día. Tal vez me he pasado de rosca con esto de morderme las manos.
domingo, 1 de julio de 2012
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