Cuando dicen "sin clientes no hay trata", para mí, se equivocan feo. ¿Acaso vamos a seguir con el dogma fetichizado de que el mercado se auto regula en base a la oferta y la demanda? ¿Acaso la demanda siempre es prioridad? Henry Ford dijo alguna vez que la demanda era de mejores caballos, pero que él se dio cuenta de que si les ofrecía autos, la gente los compraría. Valga el ejemplo para contrarrestar el dogma. Aquí la oferta fue claramente anterior a la demanda, que, al día de hoy, sigue igualmente idiotizada con la oferta primera. Ese razonamiento, ¿no es idéntico al que criminaliza al consumidor de drogas? Habría que distinguir algo, indudablemente, y es que para defender el consumo de drogas de supuestas injurias que recibe hay criterios, mientras que la trata es indefendible. Pero, ¿el mayor mal es el cliente? Sin trata, ¿podría haber clientes? El sloganismo genera hemorroides. Ese sería mi slogan. Para que dejen de prenderse en pelotudeces como loros.
sábado, 15 de diciembre de 2012
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