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El capitalismo y sus estafas. Bajo el slogan "apoyar a los artistas" mucha gente incita a que contratemos el servicio de empresas como Netflix o Spotify, en reemplazo de descargar copias a través de plataformas p2p o de direct download. Si analizamos el planteo, vemos que apoyar significa únicamente otorgarles tu dinero (como si no hubiera otras maneras) y artista, en un amplio porcentaje de los casos, remite a sendos personajes devenidos empresarios multimillonarios que se reditúan tremendamente de su imagen y se mueven en el mainstream cultural como peces en el agua, absolutamente dispensados de padecer carencias económicas por esta vida y por varias vidas si lo necesitaran. 

Es decir, si pensamos nuevamente la frase y tratamos de expresarnos con alguna máscara menos, quien nos recomienda basarnos en esas plataformas nos está diciendo: "no descargues un archivo que te permita reproducir una obra en tu casa cuando desees y compartirla y difundirla como tu creatividad te lo permita, lo que debés hacer es pagarle a un tercero que se enriquece fenomenalmente y que se reparte su botín con otros millonarios mientras vos tenés que trabajar todos los días una cantidad enorme de horas para poder obtener tu sustento económico pauperizado que nunca te permitirá llegar a emanciparte, y hacelo a sabiendas de que cuando se te corte internet, que también tenés que pagar, no vas a poder acceder al contenido".

Así que gracias, pero no.