Chi-chi-chi-le-le-le, ¡viva Chile! La tierra del precioso Jorge Teillier me da la alegría de vencer en un deporte insoportable a la canalla de mis compatriotas. Sufran sus egos. Primer herida narcisista: Copérnico, y el desplazamiento de la tierra desde el centro del universo a un sitio periférico. Segunda herida narcisista: Darwin, y el corrimiento del homo sapiens desde la cima de la creación hacia un escalón en la evolución, que esperamos pronto sea superado aunque no sea por el bello superhombre. Tercer herida narcisista: Freud, y su chamullo psicoanalítico sobre el inconsciente y todo ese esoterismo. Cuarta herida narcisista: Mazlish, y la situación fuera de control que presenta la técnica respecto a la supuesta primacía humana. Quinta herida narcisista: el fútbol en Argentina y su incontenible capacidad de perder una y otra vez, pese a su reiterada manifestación de deseos de triunfar.
lunes, 27 de junio de 2016
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