Normalmente yo deseo que Argentina pierda cada vez que disputa alguna competición de fútbol. Pero para este mundial Marcelo Tinelli quiere ganar y llevarle a Bergoglio, si sigue vivo, la copa. Ahora quiero que ganen. Y que Bergoglio viva. Y que cuando le entregue la copa el mismísimo Cabezón, la misma vuele estadoislámicamente por los cielos para agrado del gran Stockhausen.
jueves, 3 de diciembre de 2015
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