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En Argentina la matemática fluctúa según el signo político. Si uno es garca, puede decir que el dólar cuesta 15 pesos cuando el Estado dice que cuesta menos de 10. Luego, los precios suben, porque el dólar sube a 15, que es como supuestamente estaba según el garca. Lo raro es que también supuestamente si ya valía 15, colocarlo en 15 no implicaría ninguna suba. ¿Entonces los precios por qué suben? A lo mejor el garca lo único que hacía era generar expectativas que luego se cumplen (aquel tan infausto mecanismo de las expectativas autocumplidas) para poder tener el dólar como se le canta el orto y los costos de los productos también como se le antoja el quinto forro de las pelotas.

Los que pensamos de otra manera somos estúpidos, claro está, según el garca, que votó a Mauricio Macri.